Hsin Hsin Ming
El Gran Camino no es difícil
para quien no escoge o juzga.
Al dejar de lado preferencias
el Camino es obvio y claro.
Pero la más mínima distinción
y se alejan cielo y tierra.
Si miras la verdad con claridad
dejas ideas a favor y en contra.
Perderse en gusto y disgusto
es sólo una enfermedad de la mente.
No mirar la verdad del Camino
perturba nuestra paz fundamental.
El Camino es perfecto como el vasto espacio
donde no hay carencias ni excesos.
Poder escoger o rechazar
impide ver esta noble verdad.
Luchar por el mundo externo
como por el vacío interno
enmarañan nuestra existencia.
Con calma ve que todo es uno
y lo falso solo se desvanece.
Tus intentos por detener la actividad
aumentan tu actividad.
Si permaneces en la dualidad
nunca conocerás la unidad.
Si no conoces esta unidad
el conflicto no te soltará.
Cuando afirmas que las cosas son reales
pierdes su verdadera realidad.
Pero al decir que son vacío
también pierdes su realidad.
Mientras más piensas y hablas de esto
más te alejas de la verdad.
Arranca tus vanas ideas y palabras
y no habrá donde no puedas ir.
Al regresar al origen
encontrarás el significado de todo.
Si persigues las apariencias
no verás la fuente original.
Despertar es ir más allá
tanto de la forma como del vacío.
Todos los cambios en este mundo del vacío
parecen reales por ignorancia.
No busques más la verdad
sólo suelta tus amadas opiniones.
Ya no vivas más la dualidad
¡Detente! ¡Deja de perseguirla!
Cualquier rastro de bueno o malo
y la Mente verdadera se pierde y confunde.
De la Mente única surge la dualidad
Pero ni a esta Mente te aferres.
Cuando esta Mente única yace serena
nada en el mundo la ofende.
Y cuando nada ofende
desaparece todo obstáculo.
Si los objetos del pensar se van
el ser pensante se desvanece.
Las cosas son cosas por la mente
la mente es mente por las cosas.
Una y otra son relativas
ambas en su origen son vacuidad.
En la vacuidad éstas no son dos
pero cada una en sí contiene toda forma.
Cuando no ves diferencias
¿cómo puedes escoger?
El Camino no tiene límites
más allá de lo fácil y difícil.
Los que se aferran a su mira,
son indecisos, temerosos,
su frenética prisa los detiene.
Si te apegas a cualquier cosa
de seguro te saldrás del Camino.
Deja ir la mente que se aferra
y todas las cosas serán como son,
en esencia nada se va, nada se queda.
Ve la realidad de todas las cosas
y estarás en el Camino en paz y libertad.
Vive aferrado a tus pensamientos
y confuso y opaco estarás.
¿Para qué cargar con este peso
y seguir juzgando bien o mal?
Si has de recorrer el Camino
no rechaces los sentidos.
Tal cual es, es completo y perfecto
este mundo de los sentidos es la iluminación.
El sabio no persigue metas,
el tonto se pone sus cadenas.
El Camino no conoce las diferencias,
el tonto se aferra a esto y aquello.
Buscar la gran Mente con la mente pensante
es equivocar el Camino.
De nuestra pequeña mente
surgen inquietud y tranquilidad,
la Mente despierta trasciende ambas.
La ilusión crea dualidades,
estos sueños son sólo aire
¿por qué tanto intentar asirlos?
Malo, bueno, logro, pérdida:
deshazte de ellos de una vez.
Cuando ya no estás dormido
solos se desvanecen los sueños.
Si la mente ya no discrimina
Todo es como es, todo Uno.
Ir a esta fuente misteriosa
nos libera de todo embrollo.
Cuando todo se ve con igualdad
regresamos a nuestro ser original.
Esta Mente única trasciende
toda razón y comparación.
Busca acción y habrá no acción
busca quietud y habrá no quietud.
Cuando cesan quietud y no quietud
hasta lo uno desaparece.
Esta verdad última más allá de toda ley
no puede ser descrita.
Esta mente singular que sigue el Camino
detiene los deseos que surgen del ego.
Desaparecen confusión y dudas
y la verdadera fe permea toda nuestra vida.
Nada queda que se nos aferre
y nada dejamos atrás.
Todo se revela vacío y claro
sin ningún esfuerzo de la mente.
Pensar no lleva a esta verdad
y sentir no ayuda.
En este mundo real de la vacuidad
el yo y lo otro no están más.
Para penetrar en este mundo de la vacuidad
de inmediato afirma “no dos.”
En este mundo todo es igual
con nada separado o afuera.
Sabios de todo tiempo y lugar
despiertan a esta verdad esencial.
El Camino trasciende todo tiempo y espacio,
un instante son diez mil años.
No sólo aquí, no sólo allá,
la verdad está ante tus propios ojos.
Distinciones como grande y pequeño
ya no significan nada para ti.
Lo más grande es lo más pequeño,
aquí no caben las limitaciones.
Lo que es no es, no es lo que es
y si aún no lo encuentras claro
estás lejos de la noble verdad.
Uno es todo, todo es uno
aprende esto y todo será uno
completo y perfecto.
Cuando fe y Mente no están separadas,
y no separadas están Mente y fe
están más allá de las palabras,
de todo pensamiento.
Aquí no existe el ayer,
el mañana,
el hoy.